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Desequilibrados

Anoche

Andábamos, por aquel entonces, manejando camiones en el departamento de Meta y sus poblaciones, Villavicencio, Barracas, El Dorado, Lejanías, Puerto López y otras. Rodábamos sin descanso durante 17 horas desde Armenia camino de la frontera con Venezuela entre "paracos", el ejercito, los de “tirofijo” y dios sabe cuantos más; Seguíamos la ruta de Los Libertadores cargando mercancía en las grandes haciendas, circulabamos también por el Departamento de Arauca, por la misma ciudad de Arauca, por Arauquito, Tame ,Cravo Norte, tierras donde campaban los brazaletes azules de los BVA, el ELN , las FARC, etc, etc .Habíamos perdido el miedo aunque era difícil moverte por aquel territorio sin que, de vez en cuando, un mal hijo de su madre te pusiera un arma en los mismos huevos. Los campesinos veían a todos los de las ciudades como paracos y los de las ciudades a todos los campesinos como guerrilleros, aquello era un peligroso embrollo; Bajaban en grupo y encapuchados a los pueblos y caseríos, secuestraban a algunas gentes al azar y los iban abandonando por el camino, torturados, degollados, tiroteados, macheteados, quebrados, las funerarias se negaban a trasladar los cadáveres a la ciudad y ni siquiera su familia interponía denuncia -¿para que cojones? – decían. Solo recuerdo con nostalgia, la paz reinante en los alegres días de mercado, se cruzaban y reconocian por las calles los terribles enemigos pero nadie robaba un peso ni mataba ese día. Ajenos a todo esto, los turistas norteamericanos y europeos eran atraidos a Cartagena, el ensueño del Caribe. Se puede ir allí tranquilamente con tres mil euros, mas de lo que gana un obrero del pais en un año, darse durante unos días la gran vida ignorando lo que ocurre mas allá de sus murallas y después contar lo fantástico que es a los conocidos y amigos. Anoche me lo contaron a mí.

3 comentarios

_Mary_ -

¡¡Blind!!
Muy buen relato, son cosas de la vida real, en un lugar real... desigualdades por doquier...
¡¡Muchas gracias!! los botones tán lindos.
Saludos desde México.

Piruleta -

¿De veras anduviste por allá y viviste lo que cuentas?
Si es así, ¿contarías más?

Piruleta -

Cuidadín, cuidadín... que como sigas pensando tanto te vas a acabar convirtiendo en "una rojaza"(¿o un rojazo?).
Desigualdades sociales, abusos de poder, crímenes descarados e ignorados... ¡Uf!