-Míralo!!! Míralo!!! Míralo!!!
Y mi amigo mostraba orgulloso, en la puerta de la casa, al niño de pocos meses que en sus brazos pateaba el aire y sonreía. No tuve ojos mas que para aquella sombra adunca que entre los juncos, el barro y las golondrinas estaba guardando un nombre.
Y mi amigo mostraba orgulloso, en la puerta de la casa, al niño de pocos meses que en sus brazos pateaba el aire y sonreía. No tuve ojos mas que para aquella sombra adunca que entre los juncos, el barro y las golondrinas estaba guardando un nombre.
1 comentario
white -
Espero que no, saluditos y gracias por pasarte por mi blog