Sentado
Visiones de mares brumosos e infinitos, un agua gris donde resuenan los clamores de los machos de las yubartas solicitando compasión y los lamentos de los ahogados que perdidos en el olvido reclaman el sabor acorchado de la tierra y los sueños sin sueños de los vivos.
Sentado en el alero de la azotea, cabalgando por encima de las luces y las voces, sintiendo la cerveza alrededor de todo, aguardando a otros ojos dulces y peregrinos que jamás volverán .en su pelo, en su pelo las estrellas se derramaban ciegas, como flores del maíz y en sus labios se apretaban esperanzas de madera.
No es necesario que nos arrastre un diablo pues mil reyes hay que pagarán cualquier precio por gobernarlo todo y guerreros y comerciantes determinan ya la ordenación del mundo.
Oculto en las noches, un conjuro antiguo y misterioso, nos hace suponer que alguna vez las cosas, todas, irán bien, pero la nada se abraza al tiempo, y la vida Elena, por mucho que se aproxime, no parece ser más que la extensión de la muerte.
Sentado en el alero de la azotea, cabalgando por encima de las luces y las voces, sintiendo la cerveza alrededor de todo, aguardando a otros ojos dulces y peregrinos que jamás volverán .en su pelo, en su pelo las estrellas se derramaban ciegas, como flores del maíz y en sus labios se apretaban esperanzas de madera.
No es necesario que nos arrastre un diablo pues mil reyes hay que pagarán cualquier precio por gobernarlo todo y guerreros y comerciantes determinan ya la ordenación del mundo.
Oculto en las noches, un conjuro antiguo y misterioso, nos hace suponer que alguna vez las cosas, todas, irán bien, pero la nada se abraza al tiempo, y la vida Elena, por mucho que se aproxime, no parece ser más que la extensión de la muerte.
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